Centro Culinario
San Sebastián
El proyecto de la sede para un centro culinario de formación, supuso para el estudio, un ejercicio interesante hasta desembocar en la integración de todos los condicionantes irrenunciables que le eran inherentes.
La propuesta de proyecto tomó en consideración los tres aspectos fundamentales que la respuesta arquitectónica debía contemplar: la relación entre el edificio como objeto y el significado de su finalidad, la adaptación al entorno y la respuesta racional y funcional que su uso requería.
Así se configura como un peine tridimensional cuyos tres brazos nacen de un eje que avanza sobre la pendiente. Mientras los brazos de piedra “leen” la ladera y se asoman al horizonte a modo de bandejas, el eje que los une es un prisma de acero cortén, que vuela significándose en el entorno.
Desde el punto de vista de la implantación, se conjugaron vistas y orientación, que dadas las características del suelo, eran convergentes. De este modo, las bandejas del peine se despliegan tomando vistas y luz del norte, sin renunciar a la orientación sur, filtrando la luz a través de los patios que comparten los brazos del peine.
El proyecto se genera como un diálogo formal y funcional entre espacios interiores y exteriores, que acaba configurando unos a partir del límite de los otros, creando un diálogo dentro-fuera como hilo conductor que galvaniza el conjunto.
La propuesta de proyecto tomó en consideración los tres aspectos fundamentales que la respuesta arquitectónica debía contemplar: la relación entre el edificio como objeto y el significado de su finalidad, la adaptación al entorno y la respuesta racional y funcional que su uso requería.
Así se configura como un peine tridimensional cuyos tres brazos nacen de un eje que avanza sobre la pendiente. Mientras los brazos de piedra “leen” la ladera y se asoman al horizonte a modo de bandejas, el eje que los une es un prisma de acero cortén, que vuela significándose en el entorno.
Desde el punto de vista de la implantación, se conjugaron vistas y orientación, que dadas las características del suelo, eran convergentes. De este modo, las bandejas del peine se despliegan tomando vistas y luz del norte, sin renunciar a la orientación sur, filtrando la luz a través de los patios que comparten los brazos del peine.
El proyecto se genera como un diálogo formal y funcional entre espacios interiores y exteriores, que acaba configurando unos a partir del límite de los otros, creando un diálogo dentro-fuera como hilo conductor que galvaniza el conjunto.
Dotacional. Formación
San Sebastián, País Vasco, España
Gobierno Vasco
Arquitectos: Alejandro Bueso-Inchausti, Pablo Rein y Edgar Bueso-Inchausti.
Equipo de arquitectura: Fabricio Cordido, Gonzalo Nieto, Vanesa Poncio, María Zuazo, Antonio García (arquitectos) y Carmen Jorge (delineante-proyectista).
2009